Reflexión de Monseñor Owaldo ante acontecimientos que vive el pueblo Venezolano.
Quiero comenzar bajo la invocación del Espíritu Santo reconociendo la gran participación de todo el Pueblo venezolano y su comportamiento en el proceso electoral del domingo 28 de julio. Esto ha sido un verdadero signo de la vocación democrática que todavía persiste en nuestro pueblo a pesar de las adversidades que nos ha tocado vivir.
Es por eso que mi compromiso como Padre y Pastor de ésta iglesia guanareña, es seguir acompañando a nuestro pueblo del que también somos parte; y brindar cercanía en estos momentos de inquietud, que se ha generado.
Una vez más hago la invitación a seguir orando por la paz y la tranquilidad. Paz y tranquilidad, que sólo es posible como fruto de la verdad y la justicia. Invocando la intercesión maternal de nuestra madre la Virgen Maria de Coromoto, Patrona de Venezuela.
Ante las situaciones que se han venido generando debemos estar atentos, pues no podemos permitir, por el bien de todos y de nuestras familias, que se nos vulneren nuestros derechos.
Es por ello que les invito a mantener la esperanza y sobre todo a perseverar en las actitudes pacíficas de respeto y tolerancia, que nos han acompañado hasta ahora como pueblo de Dios; y a su vez los oriento para que “la legítima protesta democrática no sea infiltrada y no degenere en destrucción inútil ni caótica.”
Y a ustedes mis queridos hermanos sacerdotes, les pido que acompañemos firmemente la esperanza de nuestra feligresía, la gente espera y confía mucho en nosotros.
Así mismo como ha señalado la Conferencia Episcopal Venezolana en su breve comunicado: “nos unimos a las voces de todos aquellos que dentro y fuera del país exigen un proceso de verificación de las actas de escrutinio y en la que participen activa y plenamente todos y cada uno de actores políticos implicados en este proceso de elección presidencial.”
Finalmente espero de todo corazón que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, llene nuestros corazones y nos inspire a construir un país más justo y más fraterno. Dios y la Virgen María de Coromoto, patrona de Venezuela nos bendigan.
Mons. Owaldo Araque
Obispo de la Diócesis de Guanare.
30 Julio 2024.